"Marineria...que veinte años no es nada..." (segunda parte)

El servicio militar en un cuartel del Ejercito Argentino, mi escuela de Karate, mis padres y la Marinería, fueron mis instructores fundamentales en esta universidad de la vida. Me renegué de los sistemas, de la burocracia, de la falsedad, de la mentira…deje la escuela y salí a buscar laburo, quería comprarme un jeep, y marcharme hasta Alaska. Había visto en la tele una documental en blanco y negro de la ruta Panamericana, me había enamorado de las gigantescas costas del Perú llenas de cormoranes y aves marinas…allá voy me dije .Busque un laburo en una farmacia, repartía remedios, largue la escuela…y cuando me pagaron con migajas … empecé a ver como era la vida. Pero no me alcanzó, amaba aquella libertad a cualquier precio.Cambie de laburo, la busque por otro lado, tampoco salio nada bien…luego al Ejercito. Fui soldado, nos hablaban del comunismo, de la infiltración guerrillera, hacíamos instrucción nocturna, control de ruta, no sabíamos lo que pasaba en el país, cuando hablaban de guerrilla, fusilamientos, presos políticos, pensábamos que era para asustarnos, someternos, prepararnos, pero nunca pensamos lo que la democracia develaría veinte años después.No obstante la milicia fue una gran experiencia.Me hizo mas fuerte físicamente y mas aguantador mentalmente.

Un día salimos con el Flaco Piñero, ahora investigador del INIDEP, otra vez con la cañas de pescar, pero con las mochilas al hombro, y nos fuimos al Sur. Al Lanin, Huechulafquen, Lo Log, Lacar, Quilquiue, Limay…donde hubiere agua y una trucha ahí metimos nuestros anzuelos, eso si era Libertad Carajo!¡.Aquella navidad la pasamos en la cordillera, para 1980.La vieja radio a pilas, único medio de información durante los once días que pasamos aislados en Huechulafquen, hablaba de los rehenes yanquis en Irán…cuarentaicinco días anduvimos de mochileros y pescadores por los polvorientos caminos del Neuquén.Yo amaba la Patagonia, que con mis viejos y mi hermana cruzamos de Este a Oeste y de Norte a Sur con un veterano Fiat 1500 , desde el Colorado a La Pataia ,de Madryn al Tronador, de Gallegos al Fits Roy, en los años setenta.Cruzamos Magallanes en una balsa Chilena. Me acuerdo de mi padre, parado en la meseta de Santa Cruz contemplando una manada de Guanacos…y a mi Vieja sosteniendo la garrafita con los pies, y cebando mate por los caminos de ripio rumbo al Calafate.

Me enamore aun mas de aquella libertad, el Karate me daba coraje para seguir luchando por esa forma de vida autodidacta y rebelde…pero no es facil.Hay muchas paredes para un pobre, y te las chocas fuerte. Pero no me rendía, seguí dando vueltas…hasta que un día después de muchos laburos malos, ya con una mujer, y unos años encima, apareció un aviso en el diario, pedían marineros.Recorde tantas jornadas de pesca junto al Flaco. Tantas horas remando en Mar chiquita, al sol del verano de 1977.Mi viejo que me enseño a pescar y a remar en Laguna de los Padres y a nadar en la Laguna de Gómez en Junín en 1976. Mi abuelo materno era de las Baleares, las historias de mi Madre lo tenían siempre presente y mis ancestros paternos de la Coruña, en Galicia .Había unos cromosomas que olían a Salitre Marino Carajo ¡¡!
Me pareció emocionante el laburo, Marinería. Si…, no era Alaska ni los depósitos de guano de la costa del Pacifico, pero era la posibilidad de subir a algo que flote, algo que se meta en el mar y tirar un anzuelo, además eso de los veleros… me hacia vibrar con intensidad, eran tan lejanos, solo para otra gente…pero ahí estaba ese clasificado aquella mañana de 1987 y salí por el reto.

Había unos 50 postulantes, pero nadie sabia remar…Bueno las ampollas en busca de pejerreyes en Mar Chiquita sirvieron para algo. Conseguí el laburo y una mañana de Enero de 1988, veía pasar un velero de madera con bandera de Nueva Zelanda por la boca del fondeadero, entonces conocí al viejo Henri el Tortuga, al Pájaro Cardinali, Greco el Pañolero, el Gordo Bano, Juan Carlos Morales, Alberto Dubal, Atilio Riccioni, Carlos Cepa y al Philip.Con el tiempo fueron llegando Mario Laetan que ocupo el lugar de su padre Henry, Sergio “El Sátiro” Aguiar un aventurero que venia de recolectar cholgas y otros moluscos del golfo, Carlitos Labeque un Jockey que tras una rodada y romper sus piernas debió cambiar de oficio; “El Negro López” merece un capitulo aparte, lo trajo Philip, empezó cuidando optimist y se retiro como Patrón de La Maria Madre; “El Negro López” estaba cansado de muchas irregularidades institucionales, era Pastor Evangélico, y tras algún conflicto con el Contramaestre Pauloni, decidió seguir los caminos que Dios tenia para el .Hernán Francisco fue pañolero, un porteño pescador del Rio de La Plata, quien le consiguió a mis hijos una beca para inscribirlos en el Club de Pescadores, en el muelle de Gancia…Celusal…Quilmes.Y vinieron mas empleados, como Rojitas, el Santiagueño que le mete electrodos a todo lo que parezca de “fierro”, y que me soldaba el chasis partido de mi citroeen 2CV , al de Pancho y al del Pita también…Había un pibe llamado Guillermo Miguens que contaba que sus padres eran franceses, y tuvieron un accidente y nunca mas los vio, aya por Temperley…apareció en Mar del Plata clavando las estacas de la carpa de un Circo, cruzo la calle y se hizo marinero del Náutico. Me pregunto si a sus viejos no se los habrán cargado en un Falcon verde…
Aquella mañana luminosa de enero del ’88, el entonces Contramaestre Morales, me dio algunas premisas y me mandaron al Puente, para el que no hacia falta saber remar ni nadar, en aquellos momentos el puente no tenia motor, todo se hacia a tracción a sangre, pero ahí se empieza si o si, y la consigna era “si aguantas doce horas, sin relevo, tenes el laburo fijo” …“Marinería… que veinte años no es nada…”